Este lujoso establecimiento disfruta de una ubicación espléndida en un palmeral de doce hectáreas en primera línea de playa, por lo que es la opción ideal para desconectar, relajar cuerpo y mente y disfrutar de una experiencia rejuvenecedora en este paraíso natural. Se halla a dos horas en coche del Aeropuerto de Puerto Princesa. Además, posee su propia bodega, lo que lo convierte en el único resort de Palawan donde se puede realizar una cata de vinos. Todas las habitaciones son cómodas y funcionales, y ofrecen una atmósfera relajante en la que desconectar por completo tras un largo día explorando la zona. Las instalaciones incluyen una piscina de desborde infinito en la que darse un refrescante chapuzón durante los días de calor.