Está a solo 300 m de la playa y a 50 m de la calle principal, por lo que resulta el destino perfecto para unas vacaciones que dejarán un recuerdo indeleble. Los huéspedes se encontrarán a un minuto de cafeterías al aire libre y tabernas típicas del centro, y a cinco minutos de la franja de arena donde podrán pasear y broncearse. Quienes busquen algo más de diversión encontrarán el animado pueblo de Laganas a cinco minutos en coche y la ciudad de Zante a diez minutos en coche. La zona colindante es conocida por su preciosa playa de arena, donde anida la tortuga caguama, en peligro de extinción. Los huéspedes que prefieran aguas más tranquilas disfrutarán de la piscina del hotel y su snack bar adyacente, donde podrán encontrar algunos de los cócteles más refrescantes de la isla. También podrán saborear los excelentes platos de la zona que sirve el restaurante.