CAYO COCO
Cayo Coco, con una extensión de
370 km2, es la cuarta parcela de tierra más grande de Cuba, y también una de las más hermosas. Este momento insuperable de la geografía cubana ha tenido ilustres admiradores que van desde
Jacques de Sores, el corsario francés, o
Diego Velázquez, hasta el
Premio Nobel de Literatura Ernest Hemingway, quien disfrutaba de sus sitios para la pesca. Se trata del segundo destino turístico de playa más importante del país, solo a la zaga del siempre impresionante
Varadero.
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Cayo Coco está conectado a la provincia de
Ciego de Ávila por un
pedraplén, especie de carretera de piedras apiladas desde el fondo marino a semejanza de un dique, que se extiende por
27 km. Ubicado en el extenso Archipiélago de Sabana-Camagüey, también conocido por el nombre de
Jardines del Rey, el cayo forma parte de un impresionante ecosistema, declarado como reserva de la fauna y la flora cubanas. Por esta razón, el gobierno ha desarrollado un turismo de integración ecológica en el área.

Este hecho hace posible que en el litoral norte se concentre toda la infraestructura turística, mientras que el sur permanezca en su estado prístino, como reserva natural.
En este sentido resalta el
Parque Natural El Bagá, un excelente sitio para el
avistamiento de aves, por sus
130 especies reportadas. El paisaje del litoral es simplemente idílico.
Las playas de Cayo Coco son famosas por sus dunas de arena fina, tonos de azul en la distancia y abundantes cocoteros, sobre todo Playa Flamenco y Las Coloradas, categorizadas entre las más bellas de Cuba.
Además, los paisajes submarinos de Cayo Coco, por su diversidad de especies y formaciones coralinas, contienden con los de Punta Francés y la Península de Guanahacabibes.
Los centros de buceo
Coco Diving y Blue Diving coordinan actividades de inmersión en más de una veintena de sitios a lo largo de la gigantesca barrera de coral de
10 km. Destacan los sitios de
La Jaula, el de mayor profundidad en el área con
30 m, y
Los Tiburones, a solo 16 m, pero con el atractivo adicional de ser una zona frecuentada por varias especies de tiburones de arrecifes.
Por otra parte, desde las
confortables instalaciones hoteleras de Cayo Coco se coordinan caminatas por el litoral, visitas a la colonia de flamencos y recorridos por los pequeños cayos del área, frecuentados por
Ernest Hemingway en sus viajes de pesca.
Cayo Coco es de esas locaciones que nunca decepciona a sus visitantes.