Emplazado en un lugar tranquilo y justo al lado de la calle principal de Zermatt, este hotel está a solo 4 minutos andando de la estación de tren principal. En invierno se ofrece un servicio de traslado gratuito desde la estación y aquellos que quieran coger el bus hasta la estación de esquí también pueden usarlo. Después de un día cargado de adrenalina en las pistas, este hotel ofrece todo lo necesario para cargar las pilas. El centro de spa está completamente equipado con una sauna, dos jacuzzis, un baño turco y una ducha de sensaciones. Tras un baño de agua caliente no hay nada más placentero que relajarse en buena compañía y con una bebida en la chimenea del bar Felsen. En el aspecto gastronómico, el restaurante del hotel, esculpido en la propia roca, muestra un interior impresionante y sirve deliciosos platos internacionales y suizos como langostinos rebozados o carne a la parrilla.